Impacto del alza del combustible en la aviación

Después de dos años de ralentización en nuestro sector, ocasionado por la grave crisis del COVID, hemos tenido un verano de importante recuperación y destacable despertar en la demanda de viajes dentro del sector aéreo.

Sin embargo, cuando estábamos pasando página al último impacto ocasionado por la variante Omicron, nos encontramos con la invasión de Ucrania por parte del ejército ruso, la cual ha generado un fuerte encarecimiento del combustible.
La volatilidad que existe en los mercados respecto al precio del barril de petróleo hace realmente complicado acertar con las coberturas a 18 meses vista que suelen emplear y ejecutar las compañías aéreas, complicándose aún más para las aerolíneas europeas por el debilitamiento del euro frente al dólar. Antes del conflicto ucraniano, el precio del combustible representaba un 27% de los costes totales de las aerolíneas, pagándose 80$ por barril de petróleo. Durante este periodo de incertidumbre, el precio del mismo ha llegado a rozar los 120$ provocando un desafío sin precedentes.

El temor de que puedan aparecer nuevos imprevistos hace que los viajeros reserven en el corto plazo afectando, así, a la demanda lo que proporciona muy poca visibilidad de los ingresos futuros a las aerolíneas. Por ello, habrá que ver cuántas compañías son capaces de asumir ese coste adicional generado por la subida del combustible, y cuya consecuencia directa es el incremento del precio de los pasajes, sin repercutirlo en exceso en los mismos lo que ocasionaría un impacto directamente proporcional en la demanda de viajes.

Sin embargo, en las escuelas de aviación, debido a la alta demanda y necesidad de pilotos que se prevé en la industria, se están ajustando cada vez más los precios con el fin de ofrecer programas de formación que impulsen el sector y atraer, así, a futur@s pilotos. Al mismo tiempo, se implantan medidas mitigadoras que ayuden a absorber el impacto del alza del combustible como es la inversión en aeronaves de última tecnología más eficientes con las que optimizar los distintos recursos. Todo esto contribuye a crear centros de entrenamiento altamente competitivos con una formación de calidad.