Un piloto automático es un sistema mecánico, eléctrico o hidráulico utilizado para guiar un vehículo sin ayuda de un ser humano. El término se usa, principalmente, para referirse al de un avión, aunque también existen para barcos y automóviles.
En los primeros días del transporte aéreo, para poder volar de forma segura, las aeronaves exigían una atención constante sobre los controles por parte del piloto. Esto producía una gran fatiga a los tripulantes por lo que se diseñó un sistema que pudiera realizar alguna de las tareas del piloto y aliviar, así, la carga de trabajo. Este sistema no solo mejoró la eficiencia del vuelo, sino que, también, aumentó la seguridad al permitir a la tripulación centrarse en aspectos críticos de la operación de vuelo y su supervisión.
En la Escuela de Pilotos World Aviation, enseñamos a nuestros alumnos el funcionamiento del piloto automático de avión en detalle, proporcionando a los estudiantes la confianza para utilizar esta tecnología de manera efectiva.
Los pilotos automáticos modernos usan sistemas informáticos para controlar la aeronave. El sistema de navegación calcula la posición actual de la aeronave y envía estos datos al sistema de gestión de vuelo que, a su vez, manda las correcciones pertinentes de rumbo y altitud, entre otros, al piloto automático el cual hace actuar las superficies de vuelo del aparato. En un sistema de este tipo, además de los controles de vuelo clásicos, muchas aeronaves incorporan la capacidad de gestionar el empuje mediante el autothrottle, con el fin de controlar el flujo de combustible de los motores y optimizar, así, la velocidad de crucero, descenso y ascenso.
Un vuelo está dividido en las fases de: rodaje, despegue, ascenso, crucero, descenso, aproximación y aterrizaje. Todos estos procesos, excepto el de rodaje y despegue pueden ser automatizados. Durante el rodaje no existe ningún tipo de automatización mientras que durante el despegue únicamente se puede activar el “Autothrottle”, la gestión de potencia automática. En condiciones de baja visibilidad el piloto automático de la mayoría de aeronaves comerciales modernas es capaz de aterrizar en la pista (siempre que esta esté preparada para ello) y controlar la desviación horizontal y vertical con la pista, es decir, mantenerla en el centro de la pista en la senda de planeo hasta la desactivación del piloto automático y la toma de control por parte de la tripulación. Los pilotos automáticos tienen la capacidad de volar aproximaciones enteras controlando la razón de descenso del avión y su posición horizontal de manera automática mediante una aproximación ILS, sistema de aterrizaje instrumental.
Los aterrizajes asistidos por instrumentos están clasificados por la OACI en categorías dependiendo del nivel de visibilidad exigido y el grado en el que el aterrizaje se puede realizar automáticamente sin ayuda del piloto.
El piloto automático moderno se integra dentro del Sistema de Gestión de Vuelo (FMS). Este forma parte de la electrónica de la aeronave, que en aviación se denomina aviónica. Los controles se encuentran en la cabina del piloto, usualmente en el panel de instrumentos o en una consola central.
Este sistema viene a ser como un ordenador con el que se coordinan las diferentes fuentes de información de localización, calculando una posición media lo más exacta posible y gestionando la ruta con los parámetros que el piloto ha programado.
Para su control, el sistema viene conectado al MCDU (Multi-function Control and Display Unit) el cual está formado por un conjunto de teclado y pantalla que permiten visualizar y gestionar los distintos parámetros. Así mismo, cuenta con su propio panel de control donde se presentan y programan los valores de rumbo, velocidad, altitud, etc…
Además de estos dispositivos electrónicos, los aviones siguen equipados con los sensores, mecanismos y actuadores convencionales. Sin embargo, el piloto automático permite volar de manera más segura y eficiente.
Veamos las acciones más comunes que se pueden realizar con el piloto automático:
En definitiva, el piloto automático es un ordenador que sigue las indicaciones programadas por el piloto. En World Aviation, nuestros simuladores de vuelo de última generación permiten a los estudiantes practicar el manejo de estos controles en un entorno seguro y controlado, asegurando que estén preparados para cualquier situación en el aire.
Utilizar el piloto automático de forma adecuada es fundamental para garantizar transiciones suaves durante el vuelo. A continuación, explicamos algunos de los botones y controles que ponen en funcionamiento el modo automático de diferentes funciones.
El primer piloto automático de avión, o autopiloto, fue desarrollado en 1912 por la Sperry Corporation de la mano del inventor Elmer Ambrose Sperry, coinventor junto con el físico alemán Hermann Anschütz-Kaempfe del giro-compás, un tipo de giroscopio moderno que indica el norte geográfico.
El sistema en sí era bastante sencillo: se conectaban un indicador de altitud giroscópico y una brújula al timón, elevadores y alerones, operados hidráulicamente (el sistema hidráulico mueve unos actuadores que, a su vez, activan los tres tipos de superficies de mando y control principales: timón de cola, elevadores de cola y alerones de las alas, que permiten que el avión cambie de dirección). Además, el sistema se complementaba con un equipo ADF, de localización radiomagnética, o radioayuda (que requiere de balizas de radio NDB en tierra) de forma que se mantenía el avión a velocidad constante en vuelo recto y nivelado (sin guiñada, ni cabeceo, ni alabeo), sin que el piloto tuviera que llevar las manos sobre la palanca de mando.
El sistema demostró su funcionamiento en un vuelo real en 1914. En 1920 se empleó por primera vez en un buque.
En World Aviation, estamos comprometidos no solo con enseñar a nuestros estudiantes a volar, sino también a innovar y liderar en la industria de la aviación. Si estás interesado en convertirte en parte de este emocionante campo, nuestra Escuela de Pilotos es el lugar perfecto para comenzar.
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