La profesión de piloto, además de una formación específica, exige tener ciertas cualidades y aptitudes que es posible desarrollar y mejorar con la experiencia del trabajo diario que es, siempre, el mejor aprendizaje. A continuación, vamos a ver cuáles son las 12 cualidades que est@s profesionales deben tener para ser un/a buen/a piloto de avión o de helicóptero:
El trabajo de un/a piloto no consiste, solamente, en pilotar el avión. Dentro de su rutina encontrará diferentes tareas que tendrá que combinar del modo más adecuado, aprovechando los recursos disponibles, para que la operación de vuelo se realice de forma segura. Sus funciones van desde hacer los cálculos de carga y centrado, combustible necesario para la ruta y alternativo, supervisión del plan de vuelo, pasando por comprobar la correcta estiba de la carga o que el número de maletas es el reflejado en la hoja, hasta la gestión de la tripulación y el pasaje. Digamos que, la profesionalidad, es la cualidad en la que se aúnan todas las demás características necesarias para ser un/a gran piloto.
La capacidad de liderazgo es esencial en esta profesión ya que es un trabajo que se desarrolla en equipo, del cual el piloto al mando es el líder. Como tal debe crear conciencia de grupo, dando apoyo y seguridad al resto de la tripulación, manteniendo con ell@s un diálogo abierto y constante a la vez que fortalece su confianza sabiendo delegar.
L@s pilotos necesitan tener unas buenas habilidades comunicativas que les permitan expresar sus ideas con claridad de forma que el equipo que lidera, así como todas las personas involucradas en la operación del vuelo, comprendan correctamente qué hay que hacer y no haya lugar a confusión.
La capacidad de elegir la mejor opción entre las posibles es una cualidad muy importante en esta profesión en la que, a menudo, el tiempo para decidir es muy limitado. No obstante, el entrenamiento periódico y la experiencia ayudan a reforzar y mejorar esta habilidad.
El mantener la calma ante cualquier situación es algo para lo que un/a piloto debe estar preparad@, pues cada vuelo es diferente y los imprevistos requieren tranquilidad y una mente clara para poder resolverlos con éxito.
La vida de l@s pilotos es de todo menos monótona. Su régimen de trabajo y descanso, a menudo, va al contrario que el resto de trabajadores, librando cuando los demás trabajan, además de pasar mucho tiempo fuera de casa durmiendo, constantemente, en sitios diferentes. Por eso, se necesita ser flexible para poder adaptarse a estos cambios continuos.
La aviación es una industria en incesante desarrollo al que hay que seguir el ritmo. Es primordial estar al día de los últimos avances y aprender, rápidamente, a manejar la nueva instrumentación de forma efectiva.
Debido al constante desarrollo de las tecnologías, la formación de un/a piloto es continua, con cursos de refresco periódicos, algunos en simulador, que les mantienen al día de todos los cambios, ayudándoles a familiarizarse con las últimas novedades.
Tener una mente y cuerpo sano siempre es conveniente. En el caso de l@s pilotos, esto no es sólo una buena costumbre sino también una cuestión de seguridad. El bienestar físico y mental de est@s profesionales es fundamental para que puedan asumir sus funciones en las mejores condiciones.
Conciliar este trabajo con la vida personal no siempre es fácil. Por eso, es importante tener pasión por la profesión y saber disfrutar del tiempo que se le dedica.
En el trabajo en equipo, las habilidades de cada integrante son complementarias y necesarias, manteniendo una responsabilidad individual y un compromiso para alcanzar el objetivo común. Por eso, l@s pilotos, como líderes del grupo, deben saber guiar y conducir sin controlar, dando a cada integrante su lugar y creando un ambiente de cooperación que potencie las aptitudes de cada miembro para lograr un mejor rendimiento.
La capacidad de superar y adaptarse bien a situaciones de circunstancias adversas es vital en esta ocupación ya que los imprevistos que pueden surgir, a menudo, son fuente de extrema tensión.
Como ya hemos dicho en repetidas ocasiones, la profesión de piloto de aviación no es sólo un trabajo sino una forma de vida. Los constantes cambios de horarios, escenario, compañer@s de trabajo, modelos de aeronave, etc, requieren una personalidad dispuesta a asumirlos con naturalidad. Además, al ser la máxima autoridad a bordo y principal responsable de todas las decisiones que se toman durante la operación del vuelo, debe tener un carácter asertivo que le permita ejercer dicha autoridad de la manera adecuada.
Si te gusta viajar, relacionarte con gente y salir constantemente de la rutina, ya tienes gran parte de lo que se necesita para ser piloto. Lo demás lo puedes adquirir con un buen aprendizaje.
¡Tú pones la pasión y nosotros el entrenamiento!!
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